miércoles, abril 27, 2005

El miedo impide avanzar

El futuro es un concepto que carece de sentido si no se asumen responsabilidades. El miedo que hace mella en todos los seres humanos cuando se desconoce qué va a suceder, es más latente cuando se carece de experiencia previa. Cuando el hombre alcanza madurez y se enfrenta a retos en su vida, intenta echar mano de su bagaje de experiencias para perderle el miedo al futuro. Sin embargo, ese miedo sigue subyaciendo hasta que la luz empieza a entrar en su mente, la luz que viene dada por los primeros pasos en el camino del reto que tiene planteado.

El miedo lo queremos teñir muchas veces con la palabra prudencia. La prudencia es el conocimiento de lo que puede ocurrir, unido tanto a la paciencia como al desconocimiento de los factores ajenos. Prudencia, en todo caso, no significa estar parado sino andar con atención para corregir sobre la marcha los errores que puedan ir cometiéndose.

Por el contrario, el miedo te impide avanzar. El que tiene miedo ve enemigos en todas partes, ve dificultades en todos los pasos. No avanza, se estanca, entierra la moneda y no la hace fructificar.

Dentro de nosotros tenemos las respuestas para hallar la salida a cualquier situación que se nos presente, pero para ello debemos tener la objetividad suficiente como para poder poner por delante la experiencia de lo que hayamos vivido anteriormente, uniéndola a la escala de valores que tengamos implantada en nuestra personalidad. La síntesis será el paso que demos a continuación. Si a la experiencia previa le unimos nuestra escala de valores, nuestra filosofía de la vida, el resultado tiene que ser algo positivo.

El miedo se produce por desconocimiento de nuestras capacidades. En el ejercicio diario vamos poniendo a prueba cada una de esas capacidades. No le demos la espalda a los problemas, porque los problemas son la clave para evolucionar. El miedo impide que afrontemos los problemas.

El valor es trocado en locura si no va unido a la inteligencia. El valor debe estar regido por la cordura, por la inteligencia, por el manejo de los parámetros positivos y negativos que se dan en cada acción; y aunque siempre existe el elemento riesgo, debemos asumirlo. Si el resultado final es positivo o negativo, asumámoslo también con absoluta naturalidad.

La coherencia no está reñida con el amor, con la paciencia, con el valor, con la prudencia. La coherencia es el resultado de la unión de parámetros para tomar una decisión. Los procesos racionales nos tienen que servir para desenmarañar aquello que parece enmarañado. Si la información que se recibe parece confusa, enmarañada, sin sentido, parémonos y busquemos el hilo que deshaga el ovillo.

Así es la vida: una madeja revuelta pero con cabos que siempre están a nuestra disposición para desenmarañarla. Sólo el miedo nos hace desistir de ese reto.

Cuando nos encontremos frente a frente con una situación desconocida, tengamos la seguridad de que internamente tenemos la clave para afrontarla. No tengamos miedo a avanzar. Pongamos toda nuestra energía positiva en ello y aunque aparentemente recibamos sinsabores, en la balanza final seguro encontraremos un resultado altamente positivo.

Desenmarañemos la madeja sin miedo. Afrontemos lo que la vida nos da porque eso es lo que nos hará evolucionar. No queramos cambiar la vida al prójimo, no andemos por él. Seamos referencia pero no objetivo. El objetivo es uno mismo para uno mismo, no para el prójimo.

viernes, abril 22, 2005

El deseo

Un emperador estaba saliendo de su palacio para dar un paseo matutino cuando se encontró con un mendigo. El emperador preguntó:
-¿Qué quieres?
El mendigo se rió y dijo:
-Me preguntas como si tu pudieras satisfacer mi deseo.
El rey se rió y dijo:
-Por supuesto que puedo satisfacer tu deseo. Simplemente dímelo.
Y el mendigo dijo:
- Piénsalo dos veces antes de prometer.
El mendigo no era una ser cualquiera, había sido el maestro del emperador en una vida pasada, y en esa vida le había prometido "iré y trataré de despertarte en tu próxima vida".
El emperador insistió:
- Te daré cualquier cosa que pidas. Soy un emperador muy poderoso. ¿Qué puedes desear tú que yo no pueda darte?
El mendigo le dijo:
- Es un deseo muy simple. ¿Ves aquella bolsa? ¿Puedes llenarla con algo?
El emperador llamó a uno de sus servidores y le dijo:
- Llena de dinero la bolsa de este hombre.
El servidor lo hizo y el dinero desapareció. Echo más y más, y apenas lo echaba desaparecía. La bolsa del mendigo siempre estaba vacía. Todo el palacio se reunió. El rumor se corrió por toda la ciudad y una gran multitud se reunió allí. El prestigio del emperador estaba en juego. Les dijo a sus servidores:
- Estoy dispuesto a perder mi reino entero, pero este mendigo no debe derrotarme.
Diamantes, perlas, esmeraldas, los tesoros iban siendo vaciados. La bolsa parecía no tener fondo. Todo lo que se colocaba en ella desaparecía inmediatamente. Era el atardecer y la gente estaba reunida en silencio. El rey se tiró a los pies del mendigo y admitió su derrota. Le dijo:
- Has ganado, pero antes que te vayas, satisface mi curiosidad. ¿De que esta hecha tu bolsa?
El mendigo se rió y dijo:
- Está hecha del mismo material que la mente humana. No hay ningún secreto, simplemente está hecha de deseos humanos.

jueves, abril 21, 2005

La sobrevivencia eterna

Todo lo que sea familiarizarnos con el fenómeno ineludible de la muerte es bueno, porque por lo mismo que se habla tan poco de ella, el ser humano le teme en vez de verla como un final feliz de los días pasados en nuestra envoltura mortal y perecedera. La muerte es para el ser humano lo que la crisálida es para la mariposa: una metamorfosis que le permite extender sus alas y remontar su vuelo por sobre un jardín rodeado de flores. Podríamos entonces decir que la verdadera vida comienza después de la muerte del ser humano, por lo tanto no es de la muerte de lo que debemos preocuparnos, sino de vivir bien nuestra vida terrenal para que nuestra sobrevivencia esté asegurada por los frutos abundantes del espíritu.

El perseguimiento del ideal, la lucha por ser semejante a Dios, es un esfuerzo continuo antes y después de la muerte. La vida después de la muerte no es esencialmente distinta de la existencia mortal. Todo lo bueno que hagamos en esta vida contribuye directamente al enaltecimiento de la vida futura. La religión real no fomenta la indolencia moral ni la pereza espiritual al alentar la vana esperanza de recibir todas las virtudes de un carácter noble como resultado de cruzar las puertas de la muerte natural. La verdadera religión no menosprecia el esfuerzo humano por progresar durante el contrato mortal de la vida. Todo logro mortal es una contribución directa al enriquecimiento de las primeras etapas de la experiencia de supervivencia inmortal.

Cuánto debemos dar gracias a nuestro Padre por tener acceso a estos conocimientos que hacen que nuestra vida terrenal tenga significado mucho más allá de lo mediático. Es en ella en donde estamos sembrando lo que cosecharemos después de nuestra muerte física: la sobrevivencia eterna.

martes, abril 05, 2005

La posta musical...

Últimos CDs que he comprado:
Abida - Sufi Music
Caifanes - La historia
Warcry - El sello de los tiempos
Avalanch - El ángel caído
La Grupa - La Grupa
Divididos - Divididos
Enrique Bunbury - El viaje a ninguna parte

Artistas que suelo escuchar con frecuencia:
Warcry
Saratoga
Stratovarius
Jaguares
Enrique Bunbury
Robi Draco Rosa
Andrés Cepeda

Canciones que marcaron mi vida:
Avalanch - Vientos del Sur
Enanitos Verdes - Aún sigo cantando
Fito Páez - Al lado del camino
Caifanes - No dejes que...
Robi Draco Rosa - Blanca mujer
Silvio Rodríguez - Playa Girón
Stratovarius - Black Diamond

Rarezas de mi colección:
Alejandro Filio. Pocos saben quién es.
Botellita de Jerez. Si recién los escuchara, quién sabe si me gustarían...
Juan Perro. Otro gran desconocido.
La barranca. Es una lástima que esta música no se escuche por acá...
La lupita. Añoro el MTV latino de los 90´s...
Maldita Vecindad y los hijos del Quinto patio.
Pedro Guerra. Excelente compositor español.

La música que defenderé:
Mercedes Sosa.
Luis Alberto Spinetta.
Joan Manuel Serrat.
Jaguares.
Los Tres.
Sui Géneris.
Enanitos Verdes.