martes, abril 18, 2006

Polvo y Cenizas

Ha llegado el final, lo sé.
La hora más oscura enfrentaré.
Veo mi sangre escapar de un cuerpo exánime.

Ya no hay razón para sufrir:
Mi vida fue un fútil vaivén en un mar de furor,
un deslucido intento.

Se extinguirán el anhelo y la dicha,
pronto seré polvo y cenizas.
Mis manos no alcanzarán el cielo.

Se acaba la ilusión de un negro corazón
que pudo encontrar en la soledad momentos de paz.

Se romperá el eslabón, la puerta se abrirá;
y de su prisión material, el alma saldrá.

Hoy no hay caricia que el temor temple,
nadie mitigará el peso de esta cruz.

“No culpes a tus ojos por la aflicción,
tus pies no buscaron el camino lleno de llanto y dolor.
Todo acabará”.

Soy una sombra de mi esencia,
que sólo fue capaz de traicionar su sino.

“Está amaneciendo y brillará de nuevo el sol en la costa azul.
Siente la brisa del mar, una vez más.
Soy el lucero de la mañana que has venido a buscar,
esta es mi señal.”

Nota: Extraída del álbum "Los dominios del viento" de Lancelot