miércoles, octubre 06, 2004

El ego constructivo...

Hay una parte de nuestra personalidad que todos llevamos dentro y a la cual debemos aferrarnos en los primeros pasos hacia la evolución del espíritu. Esa parte, es una parte positiva y constructiva la cual tenemos que aprender a cultivar para sacarle el máximo provecho. En ese ego nos encontramos valores como la esperanza, la capacidad de seguir adelante, las ganas de sobrevivir, el empuje para madurar, la fuerza para no abandonar, etc.
Todos esos valores constructivos que hay dentro de nosotros son muy necesarios cuando comenzamos el estudio del espíritu, pues tendremos que enfrentarnos a nuevas hipótesis y reflexiones que requieren de tranquilidad y análisis, incluso aunque no puedan ser probadas por nuestros ojos físicos.
Una de las cualidades más destacadas del ego constructivo, es el pensamiento positivo y el poder de la visualización creativa. El pensamiento positivo no es sólo pensar utópicamente que todo nos va a salir bien, sino que cuando nos enfrentamos a un obstáculo o sufrimiento, somos capaces de hacerlo de un modo más maduro, analizando el por qué hemos llegado a dicha situación inarmónica y cómo podemos abordarla para superarla, aunque nos lleve tiempo.
Un ejemplo de lo que estamos comentando sería la muerte de un ser querido. Ese dolor es algo que no podemos evitar, y debemos dejar que salga a la luz para sanar la herida que se nos ha abierto. Sin embargo, el llanto no debe ser para siempre. Un buen pensamiento positivo sería recordar los buenos momentos que se pasaron con esa persona y lo agradecidos que estamos por haberla conocido. Dejando así partir el dolor, y dar paso a la paz interior.
Respecto a la visualización creativa es una herramienta muy útil del pensamiento positivo. Visualizar que solventamos los obstáculos, que la vida nos lleva por el mejor camino, que no hay nada que temer, ayuda a que nuestro subconsciente se cargue de energía positiva que poco a poco nos irá transformando en personas más constructivas y maduras. Así abriremos el camino al espíritu, para que vaya saliendo a la luz en nuestra vida.